El Amor me Llevó a Londres. Autor: Andrés Fornells

Londres cuenta con unos ocho millones de habitantes. Lo digo porque alguien los ha contado. Si ese alguien es de fiar, no puedo demostrarlo. Confío en su buena fe y en sus conocimientos matemáticos.
¿QUÉ MERECE LA PENA VER EN LONDRES?
Para quienes no dispongan de tiempo ilimitado yo les aconsejaría diez lugares del máximo interés.
1º EL PALACIO DE WESTMISTER Y EL BIG BEN, ese famoso reloj. El palacio de Westminster sirvió de residencia al Rey Enrique VIII, tiene cerca de 1.100 habitaciones, cien escaleras y 5 kilómetros de pasillos. Para visitarlo recomiendo llevar un GPS. Está recomendación la hago porque han sido varios los que se han perdido allí y, según me han asegurado no todos fueron encontrados. Viviendo en él se puede practicar footing sin necesidad de salir al exterior. En cuanto al reloj dicen que es muy fiable, por lo que merece la pena comprobar si el nuestro también lo es, y si no sincronizarlo con el Big Ben. De ninguno de todos los conocidos míos que han realizado esta sencilla operación, tengo yo noticias de que se hayan arrepentido.
2º LA TORRE DE LONDRES Fortaleza y testimonio de la crueldad de otra época en que la frase rodar cabezas se ajustaba al cien por cien con la realidad. Hay 900 años de historia encerrados allí. Esto debe creerse porque en contra de algunas notorias frivolidades anglosajonas, bien conocidas, que podrían despertar dudas, en materia de Historia los británicos son flemáticamente serios. En esta famosa torre se alojaron reyes, y alguno que otro fue ejecutado y salió con los pies por delante, una forma de salir nada recomendable por lo funesta que es para el que es forzado a realizarla. El visitante podrá impresionarse viendo una aterradora colección de instrumentos de tortura, armaduras y escudos de reyes. Las personas fácilmente impresionables y muy imaginativas, pueden salir de allí con los pelos tiesos. Guardo para mí la reacción que tuvieron los tirabuzones míos. Y aunque rime, lo diré: La privacidad puede ser una muy buena cualidad.
3ª EL PALACIO DE BUCKINGHAM Residencia de la reina, cuyo interior es de una opulencia extraordinaria, apabullante. No a todo el mundo le gustaría vivir allí. Yo tengo mis dudas. A pesar del centenar o más de sirvientes que forma la plantilla palaciega, cualquier osado puede llegar en la noche hasta tu dormitorio real. Claro que, si en lugar de osado fuera osada, quizás mereciera la pena pensarlo.
4º ABADIA DE WESTMINSTER La principal catedral anglicana de Inglaterra. Está llena de monumentos y de tumbas. Fue construida por Eduardo el Confesor en 1045. Es un lugar muy adecuado para coronaciones y bodas de monarcas, y para estas celebraciones ha sido utilizado más de una vez, y de dos. Durante su visita pasé un mal rato pensando en todos los pecados que llevo hechos y sin haberlos confesado ni habérseme sido perdonados.
5º CATEDRAL DE SAN PABLO Construida en 1675. Una iglesia impresionante con una fantástica cúpula que no es la mayor del mundo porque este honor le cabe a la cúpula de San Pedro del Vaticano, pero nadie le quita el mérito a la cúpula de La Catedral de San Pablo de ser la segunda de todo el orbe en tamaño. Dentro de ella existe la galería de los suspiros, conocida por sus raros efectos acústicos. Y en su cámara funeraria se encuentran las tumbas de personajes tan importantes como Wilson Churchill, Lawrence de Arabia y algunos más. A los turistas que no saben nada de estos prominentes personajes, guías que dominan varios idiomas los ilustran sobre ellos, sin exagerar de un modo escandaloso.
6º MUSEO BRITANICO Posee una de las mayores colecciones de objetos históricos del mun-do entero.  Fue abierto en 1759  y desde entonces no ha parado de crecer. Hay más de siete millones de objetos y recibe cinco millones de visitantes por año —que nadie se asuste, que no acuden todos a la vez—. También alberga parte de la Biblioteca Británica y, entre muchas cosas egipcias, una colección de momias y la famosísima piedra Roseta. Su valor histórico es difícil de superar. Es muy de agradecer, que a lo largo de muchos siglos haya perdurado en los súbditos británicos su tenaz pasión coleccionista. A saber dónde estarían muchas de las maravillas del pasado que todos podemos ahora admirar allí. Creo que les han llegado reclamaciones del mundo entero, pero contra el pedigüeño defecto de pedir, está la virtud suprema de no dar.
7º EL OJO DE LONDRES Esa especie de noria gigantesca de 135 metros con cabinas de vidrio que te permiten una vista extraordinaria de la ciudad (hay que procurar subir allí los días en que no esta presente la famosa niebla que todos conocemos de los espeluznantes relatos sobre Jack el Destripador). A algunos, entre los que no se contaba ningún francés, les he escuchado decir que estas visitas son bastante más impresionantes que las que pueden disfrutarse desde lo más alto de la Torre Eiffel. Conozco esta famosa torre y, por respeto a mis amigos franceses, nada diré a este respecto.
8º EL PUENTE DE LA TORRE, El puente levadizo que tiene doscientos cuarenta y cuatro metros de largo  y dos torres de 65 metros de alto. También este notable lugar es desaconsejable visitarlo los días que se levanta niebla espesa, porque las fotos no salen todo lo bien que los amantes de las buenas fotografías desean, y si el aparato fotográfico es de los baratuchos no queda impreso ni el color gris.
9º HYDE PARK, un lugar ideal para escapar de la agitada vida londinense. Esta muy cerca de Oxford Street, la famosa calle comercial, y cerca de los barrios más ricos de la ciudad que son el de Belgravia y el de Kensington. En este parque se dan discursos los domingos por la mañana. Una mañana tuve la fortuna de escuchar a un orador que subido en lo alto de una caja de plástico con etiqueta de tomates españoles, defendía apasionadamente que la tierra es plana porque cualquier que no sea imbécil entiende que si fuera redonda mucha gente rodaría por ella y la humanidad ya casi ni existiría. Y presencié asimismo como un niño de unos seis años le daba el helado que había comenzado a degustar. El declamatorio le preguntó al pequeño por qué se lo obsequiaba y el niño le respondió:
—Para que se calle usted un rato porque da dolor de cabeza las tonterías que dice, y también porque no me gustan los helados de vainilla. Los prefiero de fresa. Así que coma usted y chante la mui.
Cualquiera que posea un extraordinario dominio de la lengua inglesa podrá traducirles el remate de la frase de aquel pequeño.
10º MUSEO DE HISTORIA NATURAL, Allí se puede aprender sobre todas las formas de vida existentes desde hace millones de años. Existe una colección de esqueletos, plantas y fósiles  de 70 millones de especímenes e incluso materiales de origen extraterrestre. No cuento cómo son estos materiales, para no desconcertar.
DIGNO DE VERSE ADEMAS DE LO YA MENCIONADO: El Soho, China Tawn lugares donde por la noche hay un ambientazo extraordinario. El Soho es la meca de la cocina oriental. China, tailandesa, indonesia, bengalí y de otras muchas partes. Allí se encuentran también mujeres de todas las razas con las que quienes tienen aspiraciones intelectuales puede intercambiar conocimientos de anatomía, que aviso no son gratuitos. También existen locales donde se ofrecen musicales y obras de teatro.
LEICESTER SQUARE, es la plaza de los cines. El que allí no va al cine, con la extraordinaria oferta que le presentan, es porque no le gusta el séptimo arte ni, posiblemente, las otras seis artes tampoco, además de no dominar a la perfección la lengua de Shakespeare.
LAS FAMOSAS FISH AN CHIPS. Los pubs suelen ser mucho más baratos que los restaurantes. Comer en Londres, según experiencia propia, no es barato. Londres cuenta con 6.000 restaurantes y 5.000 pubs. En ellos se puede degustar platos de más de 70 países. Comprar comida para llevar es más barato y te la puedes comer en cualquier parque de la ciudad y al volver a casa presumir que cenaste en el Gordon Ramsay, uno de los restaurantes más caros del mundo, según Forbes. Los ingleses no suelen dar propina. Seguramente para no humillar al posible receptor de la misma. Los ingleses, además de flemáticos son muy prudentes y delicados en el trato humano, los “plises” y “zankiues” los bordan. Los pubs cierran a las once. Los muy populares entre los turistas son George Inn, The Old Cheshire Chees. Y casi cometo la descortesía de olvidarme de uno de los más antiguos: El Mayflower que es del siglo XVII.  Hay casinos. El del Ritz y el de Cockfords los más conocidos. Aquellos a los que se les permite entrar pueden codearse con jeques y otras personas abusivamente ricas, con armarios en sus casas repletos de divisas que alternan con montañas de ropas caras. Por discreción no cuento lo que a mí me sucedió cuando llegué a la lujosa puerta de uno de estos dos casinos, vestido yo con chándal y adornados mis pies con chancletas algo deterioradas.
STONE HEDGE, a cien kilómetros de Londres, es visita obligada. Yo estuve a punto de no ir por lo muy visto ya, pues lo había tenido cinco años como fondo de pantalla en mi ordenador. Un lugar mágico con todos esos círculos de piedra. Aquellos que no le vean mérito alguno a este extraordinario monumento, que prueben a mover uno de esos colosales pedruscos, y se lo darán inmediatamente.
CAMBRIDGE, con su universidad, sus casas rústicas y sus edificios.
LA CITY, zona de negocios y oficinas, pubs antiguos como Dirty Dicks con muy buena cerveza. La cerveza embotellada permiten que te lleves el envase, de recuerdo o para otro menester que te pete.
LA TORRE BLANCA que data de 1.078
EL BARBIAN CENTRE, que alberga conciertos de música clásica, contemporánea, notables representaciones teatrales y proyecciones cinematográficas.
SPITALFIELDS MARKET, Famoso por sus tiendas de ropa estilo vintage, bricolaje y más cosas.
COMPRAS: zona de Picadilly Circus. Tiendas, Oxford Street, Regent Street,  Carnaby Street donde se inventó la mini falda. ¡Qué perversa faena nos hicieron con ese provocador invento a los fácilmente excitables y ardorosos! ¡La de hombres que por culpa de la minifalda terminaron casados sin haberlo pensado nunca y, querido, todavía menos!
HAMLEY, conocida como la mejor tienda de juguetes del mundo. Lamenté no haber podido estar allí cuando era niño y aún me divertía jugar con cosas inocentes.
HARRODS, donde son lujosos hasta los servicios. Cometí ese día el fallo de olvidar mi cámara de fotos en una casa de empeños, y no le pude echar, por lo menos, una docena entera de instantáneas. Nunca he considerado mayor verdad eso de que los suelos pueden brillar como espejos.
KANDEM MARKET,  Lugar de mucho colorido, ropa nueva y usada y comida de todas partes del mundo. Una verdadera Babel para los oídos, el olfato, la vista y el paladar.
TRAFALGAR SQUARE Con la columna de Nelson, fuentes, leones, palomas —cagonas todas; me impusieron un recuerdo suyo en mi esmoquin nuevo, el que llevé cuando la boda del príncipe Felipe. Es broma. A mí no me invitan ni a mi misma boda.
PORTOBELLO, antigüedades y objetos nunca visos antes. Una rana con dientes y una araña con diez patas —sigo bromeando—. Vale mucho la pena darse una vuelta por allí.
HYDE PARK, Hay hoteles baratos por esa zona. Los mochileros y los condenados a no ser nunca millonarios, los frecuentan.
WEST END, zona de teatros. Las entradas son caras. Entre 15 y 70 libras. La diferencia de precios, si uno anda bien del olfato puede atreverse a deducir que son debidas a que unos actores se perfuman con Chanel nº 5,  y otros con fragancia de zanahorias de secano.
ORIGINALIDADES, Cabinas telefónicas rojas y autobuses de dos pisos rojos también, en los que la platea y el gallinero cuestan lo mismo.
GASTRONOMÍA: No existe una cocina inglesa, sino una colección de cocinas internacionales que los británicos, muy acertadamente, han hecho suyas.
Muy recomendable el ENGLIS BREAKFAST, COMPUESTO DE  HUEVOS FRITOS CON BACON, SALCHICAS, LEGUMBRES, BOLLERÍA, EMBUTIDOS, CHOCOLATE, TE.
ABUNDAN: LAS PIZZAS, HUT, POLLO KENTUCKI, BURGUER KING, MAC DONALDS.
TIENEN SINFONICAS MUY BUENAS. La London Sinphony Orchestra, y también tienen ópera y ballet. Los melómanos tienen donde escoger y alimentar su selecta alma y oído refinado.
¿POR QUÉ MERECE LA PENA VISITAR LONDRES?
Es una maravilla de ciudad donde conviven muchas etnias y culturas. Negros, blancos, mulatos, indios, chinos y de todas las mezclas posibles.  Sorprende muchísimo la gente tan peculiar que te puedes encontrar allí, y además por estrafalario que vayas nadie te mira, ni te juzga por las apariencias. Frankestain, el Conde Drácula, Spider-Man y otros igual de originales, serían aceptados allí con absoluta impasibilidad. Cada persona que pasa es en sí un espectáculo. Nunca en mi vida había visto un desfile de gentes más extrañas, unos peinados más raros, pelos teñidos de todos colores y caras que hacían innecesaria la caricatura. Pero como busques una dirección que no sea famosa y no chamulles un buen inglés, la mayoría de preguntados no se molesta en entenderte. Son puristas un buen número de británicos.
Yo, la verdad sea dicha, no sentía un especial interés por visitar esta ciudad. Raro que es uno. Pero tuve que ir porque Susan vivía allí, y Susan era mucha Susan. Faltó el canto de un duro para que me quedara allí eternamente. Es muy probable que lo hubiese hecho de no haberme ella mencionado con exagerada insistencia el enorme interés de sus padres por conocerme y las feroces ganas de casarse que ella tenía. Hay alergias de las que uno no puede curarse fácilmente, en especial cuando uno es contrario a la cura.

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