Crónicas de un Viaje Familiar. Autor: Martha Fevre

Crónicas de un Viaje Familiar – Abril de 2009 (desde los ojos de una humilde pasajera)

Integrantes y una característica destacada:

Eduardo Fevre (padre): ideólogo del viaje y generador de los relatos que siguen, más conocido como “el abuelo Eduardo”. Es básicamente un revolucionario de la vida, con todo pro y contra posible de imaginar. No es deseable que se enoje porque logramos frases como “Doblá papiiito, pero papiiiiito”, y más. Él es TERMINANTE.

Los Hijos (por orden cronológico)

– Estela Fevre: la mayor de los hermanos. Despiste, todavía no sabe si viajó. Ella es todo pajaritos y flores. Es básicamente DESBOLADA

– Fabiana Fevre: la que sigue. Dócil y delicada para decirte por ejemplo que “sos un re pelotudo de mierda”. Ella es ORGANIZADA (hasta para putear).

– Eduardo Fevre (hijo): el que sigue después. Sabe hacer doler la panza de risa. Quiso ser futbolista profesional. Al final es arquitecto, pero error! Nos hacíamos todos ricos si elegía la comedia en cualquiera de sus variantes. Él es EXAGERADO.

– Martha Fevre: Quien suscribe, la que observó, disfrutó y sintió el enorme impulso de dejar una huella escrita del viaje. Ella es, esta vez, la OBSERVADORA.

Los Yernos/Nueras:

– Eduardo Michelli: (de Estela) Racing, silencioso, ¿o todo lo contrario? No sabemos. Él es MODERADO.

– Bernardo Baschiera: (de Fabi) Boca, imbancable, cría perros, cría pájaros, cría tortugas, cría conejos, cría fauna en general, desayuna y empieza a criar. Él es ZOÓLOGO.

– Karina Mudrovici: (de Edu) hiperactiva, tenis-fan, perfeccionista, piensa “todo se puede” (y lo logra), positiva en grados inconmensurables (¿utópica?). Ella es PILAS (y nadie lo puede negar).

Los Nietos:

– Federico Díaz Bobillo: Fede, 20 años, futuro guitarrista de la feria de artesanos, con opción a vendedor también, no sabemos de qué. Laburante free lance (más free que lance). Él es BOHEMIO y FILOSOFO.

– Ignacio Díaz Bobillo: Pancho, 19 años, embriagado en River (sufre), estudiante perseverante (por ahora y le tenemos fé), laburante, novio 24 horas al día. Él es EXIGENTE.

– Carolina Vilar: Caro, novia de Pancho, 19 años, santificado sea tu nombre. Nos cubrió en el cuidado de los niños. Ella es UNA DIVINA.

– Florencia Díaz Bobillo: Flor, 16 años, compañera, compinche, aunque no me dio bola en todo el viaje porque estaba con las primas (palooooooo!!) Ella es MADURA (pero en el viaje no dio bola).

– Antonella Baschiera: Anto, 19 años, fiel retrato de mami, suave para decirte que “no le rompas más las pelotas” por ejemplo. Cualquier estado civil menos “sin novio”. Ella es… LADY.

– Martina Baschiera: Martu, 14 años, NO es flogger, capichi?? Pero el pelo va bien para ese lado, y qué? Ahijada mía (y lo pongo porque esto lo escribo yo así que escribo lo que yo quiero). Ella es VOLADORA.

– Azul Fevre: Chula, Chuleta, 9 años, mini dulzura andante, con escasos raptos de endemoniamiento. Chuleta fue mi compañera de cuarto el 99% del viaje y la extraño horrores. Ella es SENSIBLE.

– Bautista Fevre: Bauti, Bau, 6 años, pandillero, desborde de energía, se tira, lo atajan. Juega a todo pero sólo si gana. Actual turrito, futuro incierto, puede encarrilar o salirse totalmente de pista. Él es UN DEMONIO.

Esta historia comienza allá a principios del 2009, cuando “El Abuelo Eduardo” (para mí “papá”) empezó a proponer uno a uno a sus 4 hijos, la idea de hacer en la semana de Pascua, un viaje conjunto que incluyera a toda la familia (menos perro y gato, todo). La propuesta en un principio terminaba con un “no le comentes a tu hermano que ya se lo voy a decir”, pero mágicamente, al final del día, como pasa en todas las familias o al menos en esta, todos sabíamos del plan y habíamos dado un sí absoluto.

Para dar más detalles no menores sobre la propuesta, las ruedas que transportarían a la familia entera no pertenecerían a distintos vehículos, sino que los integrantes del viaje se montarían a una… Sprinter se dice??, algo así como un micro pequeño, no bondi ¿eh? Nosotros finos.

Y así pasaron unos dos meses de preparativos, donde Eduardo hijo (porque somos originales y hay Eduardo padre y Eduardo hijo) se sumó altamente entusiasmado a la planificación de las rutas a recorrer y paradas a realizar.

Este viaje arranca entonces un jueves 2 de abril, a la hora programada por el lugar que correspondía, al segundo cronometrado, acorde al organizador, quien sabe dar indicaciones tales como “nos encontramos en tal y tal esquina a las 16.23 hrs”. Cabe destacar que él cumple. Juan y Gustavo, los choferes que nos acompañaron, pasaron por las viviendas de cada grupo a las horas señaladas. Lomas de Zamora (a las 3 am), Nahuel Huapi (a las 3.30 am), Ruiz Huidobro (a las 4 am) y Pilar (a las… Eduaaaaaardo sos un pelotuuuudo!!!!). (*Explicación 1 en la sección “Explicaciones”)

Estamos todos sentados, el trailer que acarreará las valijas más grandes explota, los bolsos metidos en las lunetas a la luz de la nada, pero entraron. 10 minutos de viaje, se abre un gran tupper verde y se escucha… “quién quiere un sanguchito de jamón y queso?” (Estela, 5 am). ¡Qué linda la familia unida!! Llueve un poquito, y sale a relucir “la gallega”, el invaluable GPS que iluminó nuestro camino siempre a la voz de “gire a la izzzzquierda, Y GIRE a la izzzquierda!”. O bien nos detuvo ante los errores con un “¡recalculannndo!, ¡recalculannndo!”. Pero siempre nos dio de comer.

Algunas paradas técnicas y llegamos a Córdoba, Villa General Belgrano, sol, calorcito, hermoso día, pero… ¿dónde está el hotel? Gire a la derecha y gire a la izquierda y finalmente Hotel Howard Johnson, somos ricos!! El lugar es hermoso, el lobby, los sillones, mesa de ping pong, el parque, la pileta, los cuartos. Como contó el abuelo: esta será la estadía más lujosa. Algunos nos vamos a la pileta climatizada en el subsuelo, la pileta estalactita mañana. Salimos a cenar y nos enfrentamos al primer dilema porque los chicos “no saben pedir los platos” y por ende, sobra la comida. La esperanza es que aprendan a compartir platos y que no sobre comida siempre. Día 2 en Villa General Belgrano, queremos hotel porque todo se presta a quedarse y ser disfrutado: la pileta, el día de sol, los mates, el lugar lleno de árboles, el truco. Almorzamos en el hotel: los chicos siguen sin saber pedir, creo, porque a veces se acerca Fabi a la mesa y les susurra cosas. Debe ser básicamente un “Compartan los platos o se tragan lo que piden”. A media tarde llega mi amiga Gi (“la Gi” de Córdoba capital), es un placer encontrarnos y le presento a todos. Son los primeros intercambios con mi familia en persona. Aparece Bauti, desde lejos Gi lo ve venir y se le escapa un “el Bauti! En vivo y directo”. Según el análisis post viaje de Gi: “tu familia tiene 3 patrones comunes de terrible unión: 1) los perros, 2) la joda, 3) el fútbol.”. Y la verdad, no falló ni en el orden. Podríamos agregar “los nervios”, pero es que con gente nueva la familia disimula bien.

Tardecita, todas las mujeres al centro en la sprinter (¿es?). Paseamos, compramos boludeces, obvio, sacamos fotos con todos los enanos y duendes decorativos de las 5 cuadras del centro. Primera ecuación: Martina posa en las fotos + Antonella critica poses = problemas. Segunda ecuación: Gi regatea + me consigue los portamacetas a 4$ menos = tengo que aprender a regatear. Tercera ecuación: la combi no llegó al punto de encuentro en horario + nos esperan a cenar en 10 minutos y no estamos bañadas aún = mujeres al borde de un ataque de nervios. Llega la combi 20 minutos tarde, Fabi se acerca con actitud devoradora, creo que agazapada y todo, pero Gustavo dice con sonrisa de buenazo “nos perdimos”. Murmullos quejosos, Kari se traga los gruñidos…, pero volvemos quietitas. Compostura lograda.

Noche de cena con show, señor que canta temas de esos que para los más jóvenes es imposible conocer (o sea, viejos). La troupe escucha, adivina autores y come plácidamente, pero se va poniendo medio murguero y salimos como atraídos por imanes a la pista. Hay trencito alrededor del buffet (hay video también), el abuelo Eduardo mira desde la mesa (aprueba o desaprueba??). No importa, el trencito arrancó y va alocado. Además, el trencito está formado sólo por los intregrantes del viaje y YA es largo. El showman, calculamos, se siente realizado, porque antes del trencito solo bailaba una pareja, compuesta por un entusiasta hombre (pero musicalmente sordo), y una mujer que lo acompaña valientemente. Termina la cena, y nos vamos yendo a dormir, porque mañana “La Cumbrecita”.

La Cumbrecita: Trayecto bonito, “Juan, queremos ir por el camino más largo, porque es más bonito”. Y así se hace, cantamos “tu gatita”, Ber sacude brazos reggaetoneros desde hombros para arriba (nuevo paso), Gi se ríe, pasamos de reggaeton a “Los Nocheros” pero no cambia el baile general y Gi declara en secreto y entre risas que “todo es motivo para la joda” (punto 2 de unión familiar según Gi). Pasamos por un puente donde hay un gato metido entre las patas de un perro, los flashes destellan, hay que bajar, besar al perro 500 veces, sacarse foto con el gato a upa, besarlos 70 veces más por si les faltó amor (punto 1 de unión familiar según Gi), y ahora sí, seguimos. La Cumbrecita es hermoso, pintoresco, árboles y senderitos en un día espléndido de sol y fresquito. El abuelo, ó papá, sube y camina todo lo que hay por caminar. Bravo por la energía!!! No se pierde nada. Almorzamos en un restaurante típico del lugar, goulash, salchichas y demás comilonas típicas. Increíblemente, como a las 16 hrs juega River vs Racing, a las 15.30 está la combi volviendo al hotel (punto 3 de unión fliar según Gi). Gi se vuelve para el cumple de su sobrina, y es un gustazo que hayas venido!!

A la noche cena en restaurante con show (nótese siempre show) de música alemana, tirolesa en realidad. Pero se parece taNto a Gaby Fofo y Miliki que todos los estribillos Edu canta “el circo” ó más aún “la gallina turuleca”… y lo más divertido es que encaja perfecto con las notas y el ritmo. Las parejas danzantes (ninguna baja de los 80 años) descuartizan la pista en giros, y empezamos a temer un violento DES-piste pero por ahora nadie se sale de los pianitos. Nos vamos, panza llena y es la primera noche en que descubrimos que “A Bauti NO le Gusta Tu Gatita”. La frase para declararlo es: “me tiro” (de la combi). Y literalmente hay que atajarlo. Por un tiempito, no más “tu gatita”, pero volverá!!

Es domingo, todos los bolsos están puntualmente en la puerta acumulados para partir hacia Carlos Paz. Dejamos atrás unos 5 mejores amigos del hombre, con todos tenemos fotos, Boby, y todos los demás. Llegamos a las Cabañas Soles del Lago. Somos ricos otra vez. Pileta con vista a la eternidad más eterna = NINGUN recorrer la cuidad. Hay disputa de distribución de cabañas (esas partes no se cuentan, el viaje tiene saldo positivo 100%). Almorzamos con la gallega de guía y después vuelta a disfrutar de este día de solazo y esa pileta hermosa. A la tardecita salen las cartas de truco. Disputa! que la seña es así, que si no sabés tenés que aprender, que jugaste bien, que jugaste mal, y “Catálogo” (ese sos vos Ber) explica todo!!

Es de noche y tenemos 2 cabañas para 8 personas cada una pero la cena es todos en una. La familia debe ser ante todo UNIDA, así que traslado de platos, sillas, vasos, floreros y hasta pulgas si las hubiere porque vamos a comer JUNTOS. Edu y Fabi proveen los alimentos después de 2 horas de espera en rotisería y vaya a saber qué charlas. Bauti juega a las cartas (hace mula), juega al fútbol con tapita de coca (hace mula), respira (hace mula!!). Tanta mula hace que le abandono todos lo juegos. Y finalmente, la camita. Hoy me toca con Azul y Bauti. Para dormirse me piden un cuento. Empiezo: había una vez una nena de 9 años, Azul dice: “no, yo no!”. Noooo, no eras vos, era una nena muy linda de 9 años que se llamaba Abril, Azul dice: “NO, se llamaba Azul” (¿???), y sigo, y un nene de 6 años, y Bauti agrega rapidísimo: “Bauti”. Estas cosas de los chicos… por unos minutos sigo inventando una historia en la que son los protagonistas y se van durmiendo, ojalá soñando algo lindo, con sus patas cruzadas en las mías.

Lunes 06, vueltita por Carlos Paz y salida a media tarde para Chamical por el Valle de Punilla (así dice el programa tour familia Fevre, así será). En el camino se hace parada técnica, el baño no aplica, tiene moscas, y se sospecha de Dengue, así que se rejunta a la gente y vuelta a salir. Hacemos unos 100 metros sobre ruedas y se escucha: “falta Fede”, y por allá atrás, camino de tierra, viene corriendo el flaco, con su lánguida altura y pelos al viento, agitando la boina al grito de… suponemos que “Esperen!!”. Mi amor, sube, agitado, las carcajadas no son contenedoras, pero son inevitables. Ahora no volverá a pasar. Chamical: dícese de pueblito en medio de la ruta, donde el Hotel se llama Chamical porque es todo lo que hay. ¡Somos Poooobres!! Entra Pancho a mi cuarto, en el acto comenta: “mmmm qué olor”, 30 segundos después entra Edu: “mmmm que olor a nepe” (“pene” dicho finamente), y Azul: “hoy duermo con mamá”, y yo: “nooooo, vos con la tía!”. Nos instalamos en las mesitas de la calle en la entrada del hotel a jugar unas nuevas partidas de truco. Kari en equipo contrario a Edu… Kari: “con pica pica no juego más” (¿???). Edu: “falta envido”. Kari: “no juego más”. Edu: “truco”, yo: “quiero”, Edu: “perdí”. Kari: “no juego más”.

La cena es buenísima, la comida rica, el vino no tanto pero con edulcorante mejora. Noche de atadura de pies y manos de Bauti (entreguen el video). La descripción es la siguiente: Mis sobrinos más grandes, entiendo que serían Fede y Pancho, le atan a Bauti los pies y las manos y lo colocan frente a la puerta de la habitación de la tía Estela, golpean y se van dejando a la criatura allí de pie. Abre la puerta Estela, lo mira y le dice: “hola mi amor”, y cierra. O sea, de qué nos reímos más?? De la atadura o la reacción de Estela??

Se prenden los aires acondicionados (del año 0, pero te congelan y matan cualquier infección), se apagan las luces de Chamical, buenas noches.

Martes 07: MUY TEMPRANO (siguiendo al pie de la letra el programa), café con leche, medialunas, entredormidos volvemos a cargar el trailer con todo el equipaje (al cual se han ido agregando compras varias como mates, adornos y pelotudeces miles, mágicamente todo entra mejor que antes). Nos vamos a Talampaya (provincia de La Rioja) ó Tampalay (según Flor), ó Atalaya (Pancho). Antes de la excursión la familia entera tiene hechos los pedidos de almuerzo. Y partimos a las 5 paradas del impresionante Parque Nacional. Todo es imponente, los colores, las alturas, el contraste del cielo turquesa con las formaciones rojizas, góticas, el tótem, el cóndor, ¿un camello? El calor es casi de verano, pasean delante nuestro 2 llamas, y un cóndor verdadero que regala su planeo cuando nos acercamos a los conos de eco. Ante la indicación del guía el grupo grita en conjunto. El eco se repite un segundo después, completo, y otro y otro. La familia se entusiasma, se grita “papá”, “river” y finalmente “malanuit!!!” (Malanuit y te odio Battaglia, * explicación en la sección “Explicaciones”). HAY VIDEO.

Siguiente parada: Valle de la Luna (San Juan). Corremos para alcanzar a la caravana que ya salió con guía unos minutos antes de llegar nosotros. Corremos en todas las paradas para alcanzar a la caravana. Correeeemosssss. De las formaciones altas y rojizas de Talampaya, pasamos ahora a un lugar bajo, en tonos grises y azulados. Las principales atracciones son “La Cancha de Bochas” y “El Submarino”, entre varias otras formaciones asombrosas. Dato sobre la cancha de bochas: esas pelotas NO son trasladadas ahí por el hombre (papá lo pregunta aunque es su visita número un millón al lugar). La erosión del viento hace que vayan quedando a la intemperie las bochas en el mismo lugar donde se las pueden ver. El submarino permanece estático e incólume tal y como lo viera hace 21 años (a mis 15), con una de sus puntas más angosta y al borde del quiebre. A pocos metros de allí, un hueco entre las piedras llama la atención de toda la familia e inspira un mínimo de 70 fotos. El abordaje al hueco, a unos 2 metros de altura escalando una pendiente escarpada, se produce de a grupos: suben los chicos primero, después las chicas… Llega el turno de que subamos las mujeres (la diferencia es “chicas” = adolescentes, “mujeres” = las de entre 30 y 50 años, ¡qué flechazo al corazón!). Bueno nos toca a Fabi, Kari, Estela y a mí. Estela suspira: “ah no no…, me da miedo”. NINGÚN MIEDO! Esta familia NO teme. Tres segundos después, tras un “empujoncito” está arriba, y click! Hay foto.

La noche se hace en la Hostería del A.C.A, tras unos partidos de truco pacíficos, cena pacífica y un poco de fútbol.

Miércoles pre Semana Santa, partida hacia nuestro último destino: Mendoza. No sin antes mencionar la posibilidad de conocer lo que el abuelo define como “una cagada”, pero hay que conocer su existencia. “La Difunta Correa”, uno de esos lugares que con saber que existe y ver fotos en internet, es mucho más que suficiente, pasamos de largo y unas horitas después de recorrer una ruta con muchas subidas y bajadas (Pancho al permanente borde del vómito), llegamos al Hotel Cordón del Plata. Llegar nos lleva unos 15 minutos adicionales a lo esperado porque es raro el acceso y hasta la gallega se pierde, no es momento por favor. En el octavo día del viaje no te pierdas, porque los nervios ya se expresan antes disparadores mínimos. Hacemos una pasada por Subway (dato: estos sanguches dentro de heladeritas de playa acumulan un intensísimo olor a pepino). Tarde libre. A la noche la cena será en “La Florencia”. Papá quiere clericó. Ante el pedido de una jarra del mencionado brebaje, la respuesta del mozo es “no hay clericó”. Se da el siguiente diaólogo: “tenés vino?”, mozo: “sí”, “tenés fruta y hielo?”, mozo: “sí”, “tenés azúcar?”, mozo: “sí”. “Ah, tenés clericó!”. Por unos minutos de duda del mozo, la declaración al grupo es: “Ojito porque nos vamos” (con dedo en ojo y todo). Pero finalmente traen “algo así” como una jarra de clericó, y seguimos todos sentaditos. Los platos que pedimos están buenos, entre ellos probamos unas paltas condimentadas con pimienta y no sé qué otras especias que piden Kari y Edu… Muy bueno y bastante picante. Edu avisa que: “esta noche salen a pasear los pibitos” (inimaginable el significado, ante todo la sutileza).

La vuelta al hotel para algunos es una caminata de 10 cuadras, cruzando las bonitas plazas de Mendoza repletas de faroles encendidos en sus más diversas formas y alturas. ¡Miren! Escudo Nacional Argentino iluminado por los colores reales del escudo nacional argentino = obviamente FOTO. En medio de la plaza, nos encontramos el enésimo can del viaje: una perrita callejera con ojos del Gato de Shrek que nos inspira (de más está decirlo) la caricia inmediata. Al tocarle la cabeza, no sólo agita la cola tímidamente sino que gime… (gime??), sí, gimeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, o sea, llora, expresa una emoción tan sincera y profunda como diciendo “qué lindo mimo”, que los comentarios casi indican que nos la llevamos a Buenos Aires. Fabi traga en seco. Cada vez que alguno la acaricia, el mismo gemido, Fabi se ahoga, dice: “ ah no no no”… se va, dejando literalmente una estela de lágrimas en el camino… 5 personas desconocidas sentadas en un banco de la plaza la mira, nos mira. Evaluarán lo siguiente: 7 personas mimando a una perrita, una se va llorando… mmmm, qué pensarán de esas escenas? No importa, mañana, seguramente, habrá otra.

Jueves Santo, desayunamos temprano y sale el móvil para hacer el recorrido planeado: Potrerillos, Uspallata, Los Penitentes, Puente del Inca, y el punto de retorno es el primer mirador de la cima del Aconcagua, porque no hay más tiempo. El camino sólo puede describirse por fotos o videos. La temperatura nos permite estar en remera. En los primeros kilómetros, nos desviamos gracias a la indicación de Edu, valga destacar su memoria, hacia un camino alternativo (lo que era la ruta antigua) por el que accedemos a un paraje donde firme y bien entero se encuentra un puentecito por dónde San Martín cruzó con el Ejército Libertador. Es un puentecito de piedras que ellos construyeron en aquella época para poder cruzar el agua. ¡Impresionante dato! Buen lugar para conocer si alguna vez alguien anda por el camino a Los Penitentes.

Seguimos andando, la vista sigue siendo majestuosa, pasamos por un túnel tras otro, atravesando la montaña, los colores cada vez más intensos, llegando a Los Penitentes y así al Puente del Inca que después de un derrumbe en el 2005 no tiene más acceso permitido, así que lo vemos desde las vallas que han construido. Finalmente dejamos la laguna Los Horcones sin conocer porque los tiempos no nos alcanzan y hay hambre. ¡Así que giren! Y volvemos a Uspallata para almorzar. Vuelta al hotel a la tarde, compra de regalos secretos.

Cena en lugar recomendado por hombre desconocido en las calles de Mendoza, pero antes sortearemos varias paradas. Parada uno, “La Florencia” No hay lugar, siendo ya las 21.30 aproxiamadamente empezamos a juntar apetito. Parada dos, el lugar de al lado al antes mencionado. Estamos todos sentados y picoteando pan de las paneras. A los 20 minutos de espera y de no ser atendidos ni para ver si queremos comer o si somos un poster de una familia numerosa, nos ponemos de pie casi como en una presentación de bailarines del teatro que deben hacerlo sincronizadamente y nos vamos murmurando bajo, frases predecibles como: qué increíble, qué mala educación, es una falta de respeto, no debe importarles perder 16 comensales, qué bien les irá, qué mala atención y por último siendo las 22 horas pasadas, ¡qué hambre!. Parada tres y ¡última! Ocho cuadras de caminata después, por fin nos sentamos a COMER. A las 12: FELIZ CUMPLE Panchito!!!!!!

Viernes 10: Cumple de Pancho (todo el día)

Parque General San Martín, 9 AM, estamos más solos que kunfú. Es otro día de cielo limpio y aire tibio. Cerro de la Gloria, aprendemos de la historia y miramos durante 40 minutos aprox, al hombre que arma botellitas con paisajes y nombres usando arena de colores y se crea el video de “Te odio Batagglia”. Directo a la Bodega López y posterior almuerzo en restaurante de Pastas, llamado… (no recuerdo). Se produce compra de 10 botellas de aceite de oliva. Atenti al olvido que no se vuelve!!!

La tarde sale de paseo por Mendoza, la feria artesanal, sólo las chicas. Kari y yo nos ponemos las trencitas… me duraron 24 horas, sepan eso. No sirvo para las extensiones. En la feria hay un par de cachorros que se regalan, son hermosos y si no fuera porque ya nos miran mal por sacarnos una foto cada una y besarles hasta la panza, no paramos. El OLoooooRRRR a atún (* Explicación 3 en la sección “Explicaciones”) les brota desesperado. Logramos compostura y seguimos de compras. Es la última noche y cenamos en el hotel. Hay cansancio y preparativos de valijas. Me perdí la salida al casino, así que no tengo registros vívidos de ese paseo. Lo dejo en las memorias de los participantes.

Sábado 11, se termina el viaje. El cansancio hace que por un lado queramos estar todos en casa, y por otro lado, una nostalgia llegará tarde o temprano porque se termina un viaje irrepetible, que estará en nuestras memorias mientras vivamos. Con sus pro y sus contras, sus momentos hermosos y difíciles, habiendo soportado las personalidades fuertes de todos, algunos caprichos, intolerancias, momentos de tensión. Pero siempre compensados por otros momentos de bajar un cambio y poner por encima de todo, el motivo que llevó a la propuesta inicial y a la aceptación de todo el grupo para embarcarse en un viaje que sabríamos tendría los condimentos más variados y sabrosos, alguno desabrido y alguno MUY picante. Y al fin de cuentas esta es una PRUEBA SUPERADA. Nos mantuvimos casi 10 días pegados, armando programas conjuntos, y logrando acuerdos permanentes. Con lo cual me animo a decir que hay en esta troupe una relación afianzada, en la que predomina la buena intención a la mala, la diversión a la mala onda, el afecto después de un encule, afecto que espero siempre permita recordar este viaje como un hermoso paseo entre padres, hijos, sobrinos, nietos, yernos, nueras, cuñados, cuñadas, amores, amigos, en fin, los afectos más importantes en la vida.

Les dejo un beso a todos, y espero que nadie se ofenda por nada de lo relatado. En todo pensé dos veces!! Los quiero mucho!!!

Marthu

Temas musicales principales del viaje:

– Tu Gatita (La Factoría)

– Llamado de emergencia (Daddy Yankee)

– Llorarás por mí (Chapa C)

– Como Duele (Arjona)

– Choco choco la, choco choco te… (Bauti y Azul)

– Ole ole, ole ole ola, y este viaje no se olvida nunca más (Pancho)

Recuerdan otras??

Explicaciones

1) “Eduaaaaaardo sos un pelotuuuudo!!!!”: Llegamos a Pilar, Campo Grande, entramos a buscar a flia Eduardo hijo. La casa está a oscuras, oscuras MAL. Eduardo padre baja decidido y con un golpeteo casi nervioso de llaves en vidrio intenta anunciarse. Segundos después, abre Eduardo hijo enfundado en bata de dormir y ojos de dormir más aún. La frase es entonces: “Eduaaaaaardo sos un pelotuuuudo!!!!”. Pero al segundo, saca bata y prende luces y todos están listos. Caritas dormidas de Bauti y Azul, vestidos y emponchados, escondidos detrás de las valijas con sonrisa y ojos chinos. Nos vamos!

2) “Te odio Battaglia” es una frase muy repetida en el viaje. El personaje es Malanotte (mañanas informales). “Malanotte” es apodo que utiliza Edu para hacer referencia a su santa esposa, porque se supone que Malanotte es mala onda. Creo que Kari se morfó todos los “qué pasa Malanotte?” ó simplemente “Malanuiiiiit!!” sin chistar. No sabemos qué pasaría puertas adentro en la habitación de los hoteles. Pero siempre aparecían en el desayuno sonrientes,.

3) Desde que tengo uso de razón, los cachorros de cualquier raza o no raza, tienen un aliento particular, aliento digamos a… “bebé perro”. Es un olor muy particular semejante al atún, para nada desagradable. Invito a quien tenga el placer de disfrutar de esa cercanía con un cachorro a probarlo, evaluarlo y hasta contarme si coincide. Con sólo estar cerquita de la trompa cuando bostezan ya se siente. Nota importante: Este aliento cambia rotundamente cuando dejan de ser bebés perros. Cambia a un aliento digamos… bastante asqueroso, que de todas formas no difiere mucho al mal aliento de un simple humano (en cuanto al rechazo que genera al menos).

15 comentarios

  1. Quiero creer que cualquier parecido con mi familia y nuestros viajes en grupo, es solamente una pura y mera coincidencia.
    Por éso y por el excelente sentido del humor de quien lo escribe (que es donde radica precisamente el éxito del relato) es que digo que me gustó mucho.
    Saludos desde Colombia especialmente al abuelo Eduardo que es la versión argentina de mi papá.

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  2. ME E-N-C-A-N-T-OOOOOOO!!!!!!! Marthi sos una maestraaaaa !! Lo que me hiciste reiiiiiirrrr !!
    Es buenisimo el relato que armaste, te veo un buen futuro por este lado ehhh…..pensalo!
    Me paso de todo con el relato, emocion, risa, recuerdos de mis viajes cuando era chica con mi familia (Gran diferencia, nosotros somos 4 !!!) ….
    ME ENCANTO REALMENTE!
    Me diverti leyendo !
    Besitos

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  3. Marquisss hermoso el relato!! Verdaderamente tenès pasta para la escritura!! Me gustaron los detalles y las exclamaciones, muy descriptivas por cierto! Faltó alguna palabrita metida por allì en English,,, jajaja se ve que lo pasaron muy bien!! Es hermoso que hayan podido hacer ese tremendo viaje toooodos juntos: «la familia unita». Debe haber sido un sueño hecho realidad para Edu abuelo.
    Me mató específicamente: Edu sos un pelotudo; los reggeatones; Malanotte, los 7000 besos a los perros y las 10 botellas de aceite de oliva.
    Inolvidable! Gracias por compartir el relato!!!
    beso grande nena!!!

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  4. Marthi, amiga!!! gracias por regalarme la oportunidad de conocer y compartir con tu familia hermosa. Ese viaje me conmovió, me emocionó, me humanizó. Córdoba, mi tierra querida, fue el marco de ese tiempo que se quedo guardado en mi corazón. Eduardo Fevre concretó en un viaje, reuniendo a los suyos, su amor por ellos.
    Gracias
    GI

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  5. Jaja!! Espectacular!!. antes que nada GRACIAS EDU!, por existir. Y Martha: el relato es excelente!!. me hizo imaginar lo que seria algo asi con mi familia.. me senti mas que identificado!. y que envidia el viaje! (sana, por supuesto, bueh!). Lo que si te portaste muy bien y no mandaste a nadie al frente,, hubieras pegado un poco mas!. jaja bueno de verdad, buenisimo todo.. lo que si me perdi la parte donde contas que fue paso con los alfajores que compraste para tus compañeros de oficina que nunca llegaron.. si se los comio alguno de los perritos o que. Un beso y felicitaciones!

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  6. Marthiña: SOS UNA GENIA! Ya te lo he dicho, escribis espectacular! Lloré, me reí y emocione con tu relato de este viaje inolvidable de la familia Fevre, gracias por compartir esta experiencia con todos…es un ejemplo muy lindo que nos dejas de familia…Te quiero y espero del otro lado de Los Andes! para seguir escribiendo «El libro de viajes de Marthiña».Euge

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  7. Marquis, me encantó el relato, realmente lo escribiste con el corazón y me emocionó mucho leerte… Desde ya me abandero en la moción: http://www.MAS RELATOS DE MARQUIS.com.ar
    Sos muy linda, SABELO… solo alguien tan lindo podría escribir algo asi!! Te quiero mucho!!!!!!! Mucho!!!!! Lau

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  8. Hola Martita , me encantò recibir la cronica del viaje,escrita en una forma tan amena y divertida. Una aventura como esa es fantastica y todo un desafio para la familia, felicitaciones a todos BESOS.

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  9. Martha, gracias por dejarme viajar con ustedes con este relato por esos paisajes tan queridos. Me alegro muchisimo que esta aca online para el mundo conocer la historia. Abrazos

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  10. Muy bueno!!! Cuando lo iba leyendo me reía sola, los iba imaginando en cada situación… es especial con las anécdotas con perros…ya soy igual!!
    Me encantó!! Besos

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  11. Felicitaciones!!!! realizaron un viaje increible. Quedará gravado en el corazón de cada uno de ustedes.
    Martita escritora, no te tenia con esa virtud nena!!!! Que bueno!
    Cada detalle increible, sumado a que mientras escribo escucho temas ree copados.
    Grande Familia Fevre!!! continuen planificando muchos viajes mas.
    Un beso grande.
    Ceci

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  12. Marthi, sos una grossa! Idola total increible el viaje familiar, la redacción, la familia que tenes, no hay palabras para describir a el Sr. Eduardo Fevre(Padre). Los felicito, muy buen recuerdo familiar para todos.
    Te quiero!
    Beso Grande.

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